Hablaré de mis influencias y de las que veo en Pedro, a expensas de que él rellene su parte en otro momento.
Primero aclaremos los términos. Estoy harto de oír a los músicos hablar de las cosas que le han influido a la hora de hacer sus temas para luego, al escucharlos, comprobar que, de lo dicho, nada de nada. Y eso sin contar con la cantidad de grupos o intérpretes que citan nombres irreconocibles como fuentes inspiradoras... Desde luego, yo no voy a ser pretencioso: primero, porque no me considero un músico, sino más bien un peón que, por mucha música que haya escuchado, difícilmente sabrá adaptarla a sus interpretaciones; y segundo, porque una cosa es lo que te gusta y otra muy distinta lo que te influye. Por tanto, a pesar del título que he puesto a este post, dejo claro que hablamos de “gustos” y no de “influencias”.
Sería muy exagerado afirmar que la música me nació con el Blue Monday de New Order, pero la influencia de este tema, añadido a parte de lo que vino después y a algunas cosas que había antes, conforman el bagaje de lo que puede denominarse pomposamente como “mis preferencias musicales”. En cuanto a sus antecesores, Joy División, me cogieron demasiado joven, pero tengo todos sus discos.
Lo mismo que digo de New Order puedo decir de Depeche Mode y de Pet Shop Boys. Es probable que DM sí esté más visible en algunos temas de Experpento, sobre todo en mis “pruebas”, empezando por la número 2, que luego ha derivado en la versión dance de No me respondes. En cuanto a PSB, su herencia “petarda” creo que también es reconocible en lo que hacemos, en el gusto por las orquestaciones, por la pompa. La versión definitiva del tema Esperpento es un botón de muestra.
Los tres grupos mencionados son básicos, en mi opinión, para entender lo que hacemos, al menos por la parte que me corresponde y con independencia de que “nos salga” o no a relucir. Obviamente, hay muchas otras bandas y solistas que han estado presentes, desde Kraftwerk, por poner un ejemplo más lejano, hasta Massive Attack, The Postal Service, Björk, múm o Fangoria, en la parte más tecno. Y también Jean-Michel Jarre y la última E.L.O., en mi caso, por qué negarlo. Y el Peter Gabriel de So o de La Última Tentación de Cristo, por mucho que me parezca mejor todo lo que hizo antes de esos discos. Lo que dudo que se note en Experpento es la presencia de La Buena Vida, Le Mans, Pauline en la Playa, Astrud, Nosotrash y otros muchos de nuestro país, que adoro y admiro. O de Radio Futura, Esclarecidos-Lliso, La Dama Se Esconde, los primeros Duncan Dhu o la gente de la movida de principios de los ochenta. En cierto modo, es lógico que no estén a la vista en un proyecto común como Experpento: esos grupos apenas llegaron a Venezuela y, por tanto, Pedro apenas los ha podido asimilar a su cultura musical. Tampoco le llegó casi el indie británico de los ochenta, como The Smiths, que tan importantes fueron y siguen siendo para mí.