Seguramente habrás escuchado alguna vez a Antony Hegarty, aunque ni siquiera te suene este nombre. Seguro que has oído su peculiar voz, aunque no conozcas el disco I am a bird now, si has visto La vida secreta de las palabras, si conoces lo último de Björk o, en cualquier caso, en algún que otro anuncio de televisión. Si te gusta el programa Siglo XXI de Radio 3, sobra todo lo que acabo de decir, porque seguro que sabes de quién estoy hablando y de qué te voy a hablar.
Antony es, efectivamente, el Antony de Antony and the Johnsons. Pero es mucho más que eso. Su versatilidad como intérprete de canciones te permite disfrutarlo en las emociones lo mismo que en el baile, en los sentimientos igual que en las fiestas. El proyecto del neoyorkino Andrew Butler, llamado Hercules and Love Affair, es una muestra de cómo se puede hacer música dance sin caer en la vulgaridad que abarrota las pistas de las discotecas. Antony, además de la dj Kim Ann Foxman y Nomi (la 'mitad' de CocoRosie), canta en este disco con toques muy setenteros, hedonista y de reminiscencias mitológicas. Blind es una muestra, pero si quieres oír más entra aquí.